La abuela María

Ana Julia Bonetto

Cuando el papá de la abuela María volvió de la guerra y fue a conocer a su hija… enseguida la ENCONTRÓ. Era la más FEÍTA (como le habían dicho las monjas)

La abuela María vino desde Italia en un BARCO que tardó tanto pero tanto TIEMPO que durante el viaje ella llegó a CONTAR uno por uno todos los cabellos que tenía en la cabeza.

La abuela María fue la prima, primera, primeriza, primerissima en subirse a una BICICLETA que la estaba esperando cuando se BAJÓ del barco.

La abuela María había llegado a la Argentina que rápidamente se transformó en una olla muyyyyyyy grande donde se COCINÓ de golpe y…..CRECIÓ.

Cuando la abuela María y YO nos CONOCIMOS, yo era tan chiquita como una sandalia y ella tan GRANDE como un sillón.

A veces la abuela María busca y BUSCA, y busca algo, NO SÉ QUÉ SERÁ, pero ELLA BUSCA.

Cuando la abuela María amasaba MOÑITOS, la panza le quedaba BLANCA como una nube redonda y CALENTITA donde se podía dormir una linda siesta.

Y BUSCABA y busca que te BUSCA, ¿QUÉ BUSCARÁ LA ABUELA MARÍA?

Cuando aparecía una tijera grande y por detrás la abuela María, ¡era momento de CORRER! ¡¡¡mi flequillo estaba en peligro!!!

Y buscaba y BUSCABA la abuela María… hasta que me hice GRANDE y pasé de tener el tamaño de una sandalia a tener el tamaño de una BOTA y empecé a buscar con ella, LO QUE ELLA ESTABA BUSCANDO…

La abuela María tejió la bufanda más larga del mundo, ¡¡¡tan LAAAAAAAAAAAAAAAARGA que la podían usar VARIAS PERSONAS A LA VEZ!!!

Cuando la abuela María no tejía, buscaba… y BUSCABA, y buscábamos y ABRÍAMOS y cerrábamos y CERRÁBAMOS y abríamos los MISMOS cajones, una y otra vez… UNA Y OTRA VEZ.

Yo me hice GRANDE como un sillón y la abuela María se hizo chiquita como una sandalia y se PERDÍA en su CAMA entre las frazadas… ¡¡¡ABUELA MARÍAAAAAAAAA!!! (la llamaba) había que METER la cabeza dentro de la cama y BUCEAR entre las frazadas para ENCONTRARLA

Entonces cuando al fin la ENCONTRABA, las dos empezábamos a BUSCAR de nuevo y buscábamos y BUSCÁBAMOS y buscábamos en el PATIO, en mi pieza, en la alacena, en la VEREDA, en la plaza, en el ropero, en lo del KIOSQUERO, en lo de la vecina y VOLVÍAMOS CANSADAS OTRA VEZ A LA COCINA.

El día que la abuela María SE CANSÓ DE BUSCAR, y se fue de la ventana, de su cama, de mi PIEZA, del PATIO y de la cocina, Yo soñé que ELLA pasaba volando, vestidita de BLANCO y mesaludAAAAAAAAAAAABA… y se subía al TREN más rápido QUE HAYA EXISTIDO JAMÁS… ¡¡¡Chauuuuuu, Chauuuuuuu Abuela Maríaaaaaaaaaa!!! ¡¡¡y GRACIAS por CORTARME tantas veces el FLEQUILLOOOO!!! CHAUUUUUUUUUUUUUUU…

Y me QUEDÉ un Rato, SALUDÁNDOLA, enroscada en la BUFANDA más larga del mundo, con el FLEQUILLO bien cortito y la PANZA llena de MOÑITOS… y…

Seguí BUSCANDO…y busqué… y BUSQUÉ… y busco… BUSCO

¿¿¿Me Ayudan a BUSCAR???

Scroll al inicio